La ocasión lo requería y estaba claro que tenia que ser un vestido especial.
Después de miles de años sin ir a una boda se casaba una de esas amigas que conoces desde que bailabas en el patio del cole.
Su boda fue un 24 de octubre al medio día y decidí que seria un vestido largo.
En mis vacaciones a la tierra de la familia de mi chico, un fantástico mikado y encaje de color verde agua marina me enamoro. La verdad que me sorprendió porque el que me conoce sabe que odio el verde (se que a las rubias el verde nos queda muy bien, pero por mucho que insistan ese no es mi color) pero lo que mas me enamoro fue el tejido y la caída de este, la verdad que las personas que valoramos los tejidos sabemos de lo que hablamos.
Las ideas del diseño las tenia claras, pero sobre todo cuando hago un vestido lo que me gusta es aprender un poquito mas en cada uno de ellos y tenia que ser un diseño que me aportara.
Por eso este vestido quería que la parte superior tuviera mucho mimo y estuviera muy trabajado.
En las pruebas de la confección del vestido fui amoldando la altura del escote del palabra de honor, el escote del encaje, la abertura de la espalda, profundidad de las palas de la falda...etc.
La parte delantera lo realice con el mismo tejido que la falda formando un corpiño de escote corazón sin espalda, este terminaba en los laterales y estaba cosido al encaje que lo cubría formando el escote redondo y el tirante que formaría la sujeción de la espada que quedaba casi en el aire. Una autentica obra de ajustes para que quedara perfecto!!
La falda de palas de 8 centímetros de ancho cada una otorgan el volumen necesario. El toque que mas me gustaba y tenia clarísimo que tenia que llevar, eran bolsillos Me chiflan las prendas con bolsillos.!!
Espero que os haya gustado el post y el vestido. Yo no puedo estar mas contenta con el resultado.
Besitos costuriles!!